PESCA A LA ESPUMA

PESCA A LA ESPUMA

Esta modalidad de pesca consiste en buscar las piezas en muy poco fondo, en aquellos puntos donde rompe la mar. Habitualmente será pesca de depredadores y sargos. Por ejemplo la lubina. Es una pesca muy física, que obliga a estar en buena forma para luchar contra las olas. Además exige un buen conocimiento de la mar, cuando vienen las quedadas y cómo salir de puntos complicados en el momento de entrar las series fuertes. Siempre se empezará a practicar esta técnica con poca mar y zonas sencillas, para ir acumulando experiencia, y gradualmente aguantar más mar.

La técnica es sencilla, debemos picar a cierta distancia de la roca (costa o un bajo) en el que la mar rompa, y una vez llegados al fondo o a la pared, ascender despacio para encontrar los peces comiendo en la superficie. A simple vista parece muy sencillo, pero se complica con aguas claras o cuando hay mucho oleaje. Otra variante es, en los mismos puntos hacer esperas o acechos lentos buscando que las lubinas que no veamos nos entren. Para ello siempre hay que estar placado al fondo, aprovechando los huecos y piedras para encajarnos y que las olas no nos levanten o muevan.

El material en general serán fusiles rápidos, que se puedan mover bien contra la mar. Ir un poco sobrelastrados para placarnos al fondo. Trajes lo más finos posibles que aguantemos para llevar el mínimo peso. Hay que pensar que cuando más lastre, más inercias tendremos y complicado será moverse y aguantar en el fondo. Cuanto más ligeros, más rápidos y sencilla la pesca. Varillas finas y gomas rápidas. Normalmente fusiles de 82-85cm, con varilla de 130 y gomas de 17-18mm como mucho. Incluso es buena opción fusiles más específicos, de 80 o 90cm con gomas de 14-15mm, con varilla de 6 para tiros rápidos, con doble vuelta de hilo. Como máximo fusiles de 90 cuando no hay demasiado mar. E incluso 75 con mucha mar y aguas sucias. Las aletas deben ser reactivas y potentes en caso de ser necesario.

Otra variante de la pesca a la espuma es, cuando veamos que el mar nos supera y no podemos llegar hasta la orilla, quedarnos un poco más abajo, donde aguantemos, y hacer esperas. Los sargos y lubinas en muchas ocasiones entrarán:

Algo que debemos tener en cuenta en la pesca a la espuma es que para salir de las zonas complicadas lo mejor será siempre por debajo del agua. Y cuando entra el golpe de mar, es mejor aguantar en el fondo anclándose, y aprovechar la vuelta de la ola que nos expulsa para afuera. Muchas veces luchar contra un golpe de mar de frente es inútil, y será más provechoso aguantar en el fondo, agarrados, para que luego nos saque la propia ola.

Sobre todo en invierno, cuando no aguantamos pescando a más agua por el frío es la mejor opción, en busca de sargos y lubinas. Con la experiencia controlaremos los puntos con más pescado y sobre todo cómo entrar a ellos.

Es importante la seguridad. No debemos intentar entrar en lugares que no sepamos perfectamente que podemos salir, porque si no corremos el riesgo de acabar encima de las rocas, que en ocasiones serán rascazos, y en otras problemas mucho más serios, incluso no salir. Para ello debemos evitar siempre las costas tendidas, donde la ola sube con mucha fuerza. Sin embargo, en costas muy verticales, con la roca plana hacia el fondo, el riesgo es menor, pues no arrastrará tanto. La experiencia y el sentido común deben ser los que nos enseñen. Y sobre todo, empezar poco a poco.

Como ya comentamos, lo mejor es ir poco a poco. Días con la mar buena, con poca ola y periodo bajo, empezar a controlar cómo nos mueve el mar. Las series, cuando entran las fuertes y las quedadas entre ellas. Anclarnos al fondo, con poco mar y ver los puntos en los que nos resguardamos en una serie fuerte… Praticar e ir pillando experiencia. No olvidemos que es una pesca con un riesgo alto de llevar golpes. Es la pesca en la que menos necesitaremos de una apnea grande, pues en muchas ocasiones con 30 segundos llega y sobra. Aunque si exige buena forma física (acabamos sudando)