Peces artificiales

Peces artificiales.
Los “rapalas” de toda la vida. Los peces artificiales han sido de los señuelos más habituales para spinning, y aún son de los más utilizados. Adoptaron el nombre de los primeros en llegar y más usados, aunque hoy en día hay muchísimas marcas y modelos. Tantos que podríamos pasarnos días hablando de unos y otros, por lo que vamos a resumirlos en cuanto a sus características y propiedades en la pesca.
Aparte del tamaño, una de las principales características que distingue a unos y otros es la flotabilidad. Así encontramos flotantes (floating) y hundidos (sinking).
Sinking: Como su nombre indica, los hundidos, en el momento de tocar el agua comienzan a descender mientras que no se recoge. La velocidad de hundimiento es propia de cada uno y viene especificada en la caja normalmente. Estos peces los usaremos cuando busquemos los peces en zonas más profundas. Mientras recogemos el pez se mantiene en esa profundidad. Cada modelo está diseñado para trabajar en un rango de profundidades.
Suspending: El señuelo tiene una flotabilidad neutra. En el momento de caer al agua se mantiene, y al empezar a recoger se va hundiendo. Tiene una profundidad de acción, para trabajar a ese fondo. Llegado ahí se mantiene. El nombre de suspending o suspendido viene dado porque al parar de recoger, el señuelo se mantiene, sin flotar ni hundirse.
Floating: Flotantes. Si no se recoge se mantiene en superficie, y al empezar a recoger se hunde. Como los anteriores, cada uno está diseñado para llegar hasta cierto fondo, y no pasar. Normalmente hasta un fondo de 2m. En el momento en que se para de recoger, asciende a la superficie. Son especialmente apropiados para pesca en aguas poco profundas. Y muy efectivos recogiendo y parando, para que el señuelo se vaya hundiendo, luego al parar ascienda y vuelva a profundizar. Muy buenos para pescar desde la orilla, al permitirnos recogerlo con menos riesgo de enganchar. Los hay con babero, y sin el (la forma de la cabeza hace esa función)

Poppers: Tienen una forma característica, en la cabeza. Se recogen a tirones y van haciendo ruido y salpicando, en superficie. De ahí el nombre de Popper. Muy efectivos en ciertas ocasiones, y divertidos al ver la picada. Para mi gusto, igual que los paseantes, los lugares más apropiados son zonas de aguas calmadas, en rías, con algas por debajo. Ahí buscaremos las lubinas cazando o incluso descansando, que incitaremos a picar.
Paseantes: Son unos señuelos duros que se caracterizan por su manera de trabajar. Vienen por la superficie (algún modelo justo pegada a ella por debajo en el momento de empezar a recoger), con tirones de la caña se les hará el típico movimiento de éstos, el walking the dog o paseando al perro, que consiste en un zig zag rompiendo la superficie. Según se le imprima más o menos fuerza a la caña, será más rápido o menos, más amplio…

Los tamaños de éstos señuelos, como siempre dependerán de las piezas que busquemos, así como de gustos personales o lo que en cada momento se necesite, por ejemplo en cuestión de peso para lanzar.
La elección de colores, tamaños y pesos viene dada por muchas variables, yo voy a poner alguna de mis preferencias, que únicamente viene dada por mis resultados y gustos. Manías al fin y al cabo. Aunque una de las máximas es que pescará más aquel señuelo en el que confiemos.