PESCA DEL CALAMAR CON EMBARCACIÓN A LA DERIVA

Pesca de calamares a la deriva

Tras haber visto la pesca de calamares desde embarcación fondeada, la forma más usual, hoy explicaremos cómo hacerlo con la embarcación a la deriva, que personalmente es la que más me gusta.

Consiste en no fondear, si no llegar a una zona que sepamos que es buena, en la que por la sonda nos marque vida o que simplemente queramos probar, y largar las líneas. Nada más. Nos evitaremos problemas de andar subiendo el fondeo, la pereza que da eso para luego cambiar de punto. Pero aparte de esto, tiene más ventajas, que veremos a lo largo de este texto.

CONDICIONES POCO RECOMENDABLES PARA PESCAR A LA DERIVA

No vale cualquier día para poder pescar a la deriva. En situaciones de mucho viento la velocidad será demasiado alta, y no trabajarán bien los aparejos. Cuanta más velocidad, más plomo necesitamos para pescar y las líneas, aparte de ir muy tendidas (no en vertical si no cada vez con un ángulo más grande) van levantándose del fondo.

Otra condición poco recomendable es cuando hay mucha corriente, o cuando la corriente y viento van en direcciones opuestas. La corriente tirará de las líneas y el viento nos empujará en sentido contrario, aumentando la velocidad relativa y por ello sufriendo lo mismo que explicamos en el punto anterior.

Cuando hay aparejos de profesionales: redes, nasas… Con este método barremos mucha zona y nos puede echar encima de ellos, con lo cual perderemos nuestras líneas. Aparte de un gasto importante (imaginemos varios aparejos con dos o más señuelos) es una pérdida de tiempo y molestia.

En las zonas con grandes diferencias de nivel. Cabezos, caídas, otro cabezo… aunque pueden ser buenas para los calamares, nos obligarán a estar muy pendientes de la longitud de las líneas para evitar quedar enganchadas en el fondo.

CONDICIONES IDÓNEAS PARA LA PESCA A LA DERIVA

Sin duda, los días sin viento y con poca corriente son los mejores. Y si hay algo de mar de fondo ya perfecto, pues le dará mucho movimiento a los señuelos.

Otra condición que debemos tener en cuenta es la dirección de la deriva de la barca. Aprovechándola para situarnos y recorrer las caídas de los bajos, o las zonas buenas de pesca. Lo vemos claro en la imagen.

Es muy importante conocer los fondos. Cuanto mejor sepamos cómo son, más provecho sacaremos de ellos.

Cuando el viento se hace algo fuerte, deberemos tener un ancla de capa o de deriva. Es como un cono de los que vemos en los aeropuertos o autopistas para señalar el viento. Una boca más ancha, que se reduce, y acaba en un agujero mucho más pequeño. Esto nos frenará en la deriva. Largada por el costado nos atravesará al viento y podremos pescar con dos cañas, o cuatro si vamos dos personas, cómodamente. Nos llega a reducir la velocidad de la deriva en casi la mitad. Ojo si hay corriente, porque la corriente tirará de ella y podría incluso acelerarnos (dependiendo de su dirección)

Anclas de capa, debemos elegir el tamaño según la embarcación

LA SONDA, IMPRESCINDIBLE

Para esta pesca, más que nunca, la sonda es un equipo imprescindible. Acompañada del plotter y unas buenas cartas náuticas, que marquen exactamente las batimetrías.

En primer lugar, importante para saber bien la zona que estamos pescando, fondos, zonas de actividad, y poder anticiparnos a los bajos o incluso a aparejos. La sonda siempre pasará antes por encima que nuestras líneas (siempre un poco más atrás por la deriva) con lo cual tendremos tiempo de levantarlas y adaptarlas al nuevo fondo. En caso de un aparejo también nos lo puede marcar y verlo a tiempo (aunque a veces es complicado)

Con el plotter y las cartas podremos tener una idea general del fondo, así orientarnos según la deriva que hay ese día, para recorrer canales, caídas de bajos… Nos situamos primero con el plotter y con la sonda ya más exactamente, justo en los puntos.

Si tenemos un buen equipo y lo sabemos utilizar, nos puede detectar los calamares (interpretación sonda náutica). Algunas veces los calamares en sí, y otras los bancos de pequeños peces detrás de los cuales andan. Normalmente es lo más efectivo, sondear despacio y cuando lo detectamos largar las líneas. Para empezar a aprender esto, es muy útil mientras pescamos a la deriva controlar continuamente la sonda, así veremos las manchas  de peces o calamares, y en unos momentos, el tiempo que tardan en llegar los aparejos, las picadas. Si estamos atentos y estudiamos los ecos que hemos tenido previamente, en pocos días aprenderemos cuáles corresponden a calamares, a manchas de peces… y qué es lo que debemos buscar.

LOS APAREJOS

Realmente son casi iguales a los que usamos fondeados. Aunque recomiendo utilizar siempre caña y carrete. El motivo es que podremos recoger y largar línea más rápido, cuando aparece un obstáculo o un cabezo. Nos adaptamos mejor al fondo. (artículo de aparejos de calamar)

El hilo siempre trenzado y en diámetros relativamente finos. Yo utilizo normalmente un 0.20, porque es también el que tengo para spinning o jigging ligero y aprovecho los carretes. El motivo de esto es que cuanta menos resistencia haga el hilo con la deriva, mejor. Un hilo gordo para pescar con la línea a mano ofrecería mucha más resistencia, se elevaría con la deriva y necesitaríamos mucho más plomo.

En cuanto al lastre, me gusta pescar ligero. Si puedo, 1gr por cada metro de fondo. Es decir, en un fondo de 50m unos 50gr. Con el hilo trenzado y el plomo ligero tenemos mucha sensibilidad en la línea, notamos todo, desde un mínimo roce del plomo en el fondo hasta un calamar esquivo jugando con el señuelo. A medida que aumenta la velocidad de deriva, o la corriente, iremos subiendo peso al plomo, no queda otra.

Siempre usaremos una cantidad de plomo que permita al aparejo llegar al fondo.

El aparejo, dos “pajaritos” y un plomo al final. O sustituyendo el plomo por una potera. Debemos tener en cuenta que la potera, por la corona, ofrece más resistencia que el plomo, con lo cual deberá tener un poco más de peso.

Realmente el aparejo que más me gusta es éste último, con la potera y dos “pajaritos”, pero tiene el inconveniente de que engancha más fácilmente en el fondo, por lo que en zonas de fondos con altibajos, es más fácil enganchar.

El aparejo será la línea de trenzado, un giratorio, una línea madre, normalmente uso un fluorocarbono (aunque vale hilo normal) del 33 o 35. Un tramo de 0,70m a 1m, un pajarito que pasamos por el ojal, sin atar, un giratorio, otro trozo de hilo, otro pajarito, otro giratorio y finalmente un tramo de hilo más fino, un 0.30, para unir el plomo o la potera. Este tramo de hilo más fino y menos resistente es para que, en caso de enganche en el fondo, no perdamos todo el aparejo y solo sea el plomo o la potera.

Hay muchos otros montajes, como hemos visto en el artículo de aparejos del calamar, pero me quedo con este por la sencillez de montaje, la rapidez, y que además apenas tendremos líos ni nudos.

CONCLUSIÓN

Según mi experiencia, la pesca a la deriva es efectiva hasta una velocidad de uno 0,8 nudos. Lo ideal, un máximo de 0,3 o 0,4. Podremos pescar con más, pero hay muchos fallos y se sueltan bastantes calamares.

Personalmente, pienso que la pesca a la deriva es mucho más efectiva. Si sabemos detectar los calamares ya vamos directamente sobre ellos, aumentando las posibilidades. Además, no se reduce a quedarnos en un punto, que unos días es mejor y otros peor (los calamares no están siempre en el mismo sitio, si no que se desplazan, y mucho). Podremos buscarlos en diferentes fondos y profundidades. Barrer las caídas de bajos y adentrarnos en la zona más plana, de las caídas, cuando a veces están allí sin moverse.

Otro factor a tener en cuenta, y que la hace muy efectiva, es que estamos en movimiento. No se limita a mover arriba y abajo los señuelos. Si no que hacemos una pequeña cacea, con los pajaritos moviéndose arriba y abajo y a la vez nadando. Movimiento mucho más efectivo.

En los momentos que no pican, o días no demasiado buenos, podremos aprovechar para conocer mucho mejor la zona, alejarnos de puntos más masificados… Descubrir mucho más mar. Incluso podremos desplazarnos con el grupo de calamares, pescando más.