Mala compañía

MALA COMPAÑÍA PARA PESCAR

Pues otro día para el agua, a seguir viendo cómo es esto, que aunque los fondos se parecen, la realidad es que cambia mucho la forma de pescar. Y lo que nos encontramos en el agua.

Además hoy coincidía con la primera prueba a las aletas CKV 28Pro Advance, así que con muchas ganas a mojarme.

Coincidía con la marea subiendo, casi llena. Más de 5 metros de pleamar y 0.60 de baja. Conociendo esto, corrientón asegurado.

Es una de las sorpresas que me llevé, la gran bahía, que podríamos comparar a la Ría de Vigo, con las Aran Islands en su interior se forman unas tremendas corrientes. Así que toca aletear.

Aprovecho la orilla para ir hacia un extremo, donde empezaría para luego dejarme llevar pescando con la corriente y terminar relativamente cerca del coche. Tras una buena nadada llego a unos cabezos que se meten un poco hacia el mar, en una punta. Como curiosidad, un cormorán que se acercó hasta mí y metió la cabeza curioso para ver qué era aquella “cosa”

Empiezo a pescar. Poco fondo, cabezos con caída a arena y un interminable manto de laminaria, salpicado por manchas de arena. Nada, ni un pez por allí. En ese momento veo pasar una mancha blanquecina, grande, un poco más adelante. Ya me empiezo a hacer películas; una corvina, algún atún, con mala suerte un arroás… Me voy al fondo y hago una espera. Empiezo a hacer ruidos, llamar… nada. Ni un pez. Ni grande ni pequeño. Cuando ya estaba al final de la apnea e iba a subir, pasa a mi lado, por detrás, una foca. A toda velocidad! Ya sabía qué era aquello blanquecino. Y en parte me explicaba que no hubiese ni un pez.

Como curiosidad, encontré en algunas zonas cabezas y trozos de espinas de abadejos, seguro que comidas previas de nuestra amiga.

Me empecé a desplazar, y la foca a cierta distancia en superficie, curiosa. Tras un rato ya me dejó tranquilo. Una lástima no haberla podido grabar, aunque seguro que habrá más posibilidades, son muy abundantes aquí. Normalmente un poco más al sur, pero se pueden ver por toda la costa.

Las medusas están siempre presentes, y muchas. Al subir hay que ir mirando para no comerse ninguna

Ya centrado en pescar, la corriente es moderada, con cantidad de medusas. Como las otras veces. Hay que tener cuidado, estar pendiente, porque cuando nos mantenemos nadando contracorriente, se vienen hacia nosotros y no me haría gracia parar una de ellas con la cara. Hoy eran más estas blancas que las violetas de los otros días. Que aún tienen pinta de más mala uva si cabe.

Picada tras picada y espera tras espera, nada. Ni vida. Un desierto de laminaria con alguna pequeña xarreta por el medio y nada más. Busco la caída de la zona de piedra, sobre arena. A algo más de agua. Hasta unos 17m, pero seguimos igual. Voy entonces a menos fondo, pero más de lo mismo. Nada. Ya me empiezo a mentalizar de que hoy no habrá piezas.

Un poco más tarde aparece un punto lleno de pinto y maragota, todo concentrado. Un pozo con alga podrida y bolos, y allí el maná de los lábridos. No me apetecía pinto, así que no disparé.

Aprovechando que quería probar bien las aletas y hacer un poco de ejercicio me puse a nadar contracorriente. Respondieron realmente bien, sin esfuerzo casi, avanzaba. Lo que había pedido, unas aletas blandas y que no me cargasen para poder hacer grandes desplazamientos en superficie o contrarrestar estos “ríos”. Así decidí volver cerca de donde empecé. Y el panorama fue totalmente diferente. Lo que antes era un desierto se convirtió en una verbena de pequeños abadejos, y por el medio otros ya buenos. Por desgracia no los grandes que yo buscaba, pero si más que suficientes para hacer una buena cena.

Probé algunas esperas, llamándolos, y el espectáculo fue increíble. Muchos, muchísimos, rodeándome. Los que a veces son casi imposibles, en este momento se me echaban encima. Uno llegó al extremo de tocar la varilla con el cuerpo. Capturé dos, bastante bonitos ya. Y el resto me dediqué a pasarlo bien dejando que me rodeasen. En el vídeo se podrá ver, realmente bonito.

Tras casi 4 horas ya iba siendo hora de volver. Además, el agua enfrió bastante, sobre todo a partir de los 12m. Era suficiente por hoy.

Ahora esperando a una nueva salida, un nuevo punto y esperemos que nuevas sorpresas. Es lo bonito de estos sitios nuevos, que es como volver a empezar en esto de la pesca.

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