MONTAJES PARA LA PESCA DEL CALAMAR DESDE
EMBARCACIÓN
Cuando pescamos los calamares, sobre todo en los inicios, nos surgen dudas sobre qué aparejo montar. Cuál es más efectivo o el que menos problemas nos va a dar. Como todo es cuestión de gustos, aunque hay algunos que están más extendidos.
Vamos a intentar ofrecer una muestra detallada y sencilla para todo aquel que tenga dudas o quiera probar alguno diferente. Nos vamos a centrar en los tipos que nosotros más utilizamos.
Lo primero que debemos considerar es si vamos a usar caña o línea a mano. Si usamos caña nos valdrán muchas. Desde cañas de pesca de calamar desde espigón, a cañas de spinning, fondo o jigging. Hay que pensar que no vamos a lanzar, si no únicamente dejar caer el peso al fondo. El tipo de caña influirá en la potencia al recoger, la sensibilidad en la picada y la acción que tenga para poder trabajar el calamar. Personalmente las que más usamos son cañas de spinning (entre 2,10m y 3,30m) y cañas de jigging. Las primeras nos permiten trabajar mejor al calamar y las segundas mayor potencia para levantarlo. Aunque un factor importantísimo en nuestra opinión es tener bien regulado el freno. Con calamares de cierto porte en cada tirón suyo deben sacar línea. No subirlos por la fuerza, si no trabajarlos. Evitaremos muchas pérdidas. Con los de pequeño y mediano tamaño no importa tanto, pero con los grandes sí.
El hilo que recomendamos es un hilo fino, un trenzado o similar. Para que ofrezca la mínima resistencia posible al agua y se mantenga el aparejo lo más vertical posible. Por ejemplo un 0,20. Una línea que tenga una resistencia de al menos 10kg (son posibles dobletes de piezas de dos o tres quilos)
Las ventajas de la caña: más cómoda, más rápida en recogida, menos enredos (el sedal está en el carrete y no por el suelo), el carrete trabaja por nosotros para ceder hilo cuando sea necesario, más movimiento al aparejo por el bamboleo del barco y la longitud de la caña (cuanto más larga, más movimiento). Como contras el precio del equipo, que además el carrete sufre bastante con esta pesca. Mucha recogida, siempre con peso.
En caso de usar línea de mano recomendamos un diámetro de al menos 0,70. Más puede ser excesivo al ofrecer demasiada resistencia al agua. Y menos provocará cortes en las manos con piezas grandes, además de líos más complicados de deshacer.
Cualquiera de las dos es efectiva, e incluso podemos llevar diferentes líneas, una con caña y otra a mano.
Otro factor a tener en cuenta es si vamos a usar potera o no. Ésta elección nos condiciona en el resto del montaje. La potera es en ocasiones más efectiva incluso que los peces o “pajaritos”
Otro factor a tener en cuenta con la potera es el riesgo de enganches en el fondo. Al tener la corona es más sencillo que se clave o enroque en el fondo, con la consiguiente pérdida de la misma o por lo menos ese peligro.
Si es con plomo, podremos hacer los mismos montajes que con potera (aunque el plomo no pescará) y a mayores nos da la posibilidad de usar alguno con un señuelo después del plomo. O incluso usar plomo corrido. Consiste en un plomo agujereado, que hará tope con un giratorio, y después de éste un señuelo. Podremos lanzar y dejar caer el plomo al fondo. La línea correrá por el plomo, dándole línea al pajarito, una vez llevado al fondo empezamos a recoger. Con esto conseguiremos una cacea y que nuestro cebo venga trabajando desde diferentes profundidades. Es especialmente efectiva con corriente, y para pescar más distancia, no sólo bajo la embarcación.
¿Cuánto plomo usar? La pregunta que siempre nos hacemos. En parte es cuestión de gustos, aunque viene condicionado por varios factores, como son: La corriente, la deriva o abatimiento y la profundidad.
En condiciones de calma, podemos usar la regla de 1gr por cada metro. En 50m de fondo un plomo de 50gr. Si vemos que tarda mucho en llegar al fondo, y queremos menos tiempo, pues aumentamos el peso. Con 70gr iría perfectamente. Además, debemos controlar la línea, si forma mucho ángulo, es decir, si no cae vertical, y cada vez se aleja más de esa verticalidad, debemos aumentar el peso. Como mínimo hasta que veamos que una vez que llega al fondo, al fijarlo, no se va levantando el solo. Podremos llegar a 100-130gr perfectamente. Cuanto más plomo, menos sensibilidad a la picada de los calamares pequeños.
Personalmente me gusta pescar con el mínimo plomo posible. Aunque conozco pescadores que como norma general no bajan de los 100gr, aunque estén en 30m de fondo y sin corriente.
Vamos a ver los diferentes tipos de montajes en gráficos, con sus pros y contras:
Montaje con los pajaritos por el ojal:
Este aparejo consiste en no atar los señuelos, si no pasar la línea por el ojal y que se muevan libremente. En el extremo de la línea podemos poner un plomo o una potera. Nos decantamos por el plomo cuando vamos a la deriva con diferencias de profundidades y no estamos atendiendo constantemente ese aparejo. Limitaremos el movimiento del señuelo con giratorios, uno por encima y otro por debajo, a la distancia que consideremos. En nuestro caso sobre medio metro. Es muy cómodo porque no tenemos apenas líos. Como contra, el movimiento no es tan natural. Al hacer tope con los giratorios hace ruido, aunque no pensamos que afecte en la pesca (ni para bien ni para mal).
Nos gusta especialmente a la deriva, cuando hay algo de viento y la línea no está vertical.
Montaje con plomo y después un “pajarito”
Uno de los más utilizados, más sencillos y efectivos. Está formado por la línea madre, un giratorio, una línea más fina, el plomo (con dos giratorios) y a continuación un trozo de sedal con el señuelo en el extremo. Especialmente efectivo con la línea a mano. Podemos montar un señuelo neutro, o con la cabeza lastrada. Si está plomado, podremos darle más movimientos y sensación de vida, eso sí, estando siempre trabajándolo. Si vamos a tenerlo parado bastante tiempo, mejor uno neutro.
Podemos hacer una variación en este aparejo, añadiéndole antes del plomo otro señuelo (o más), ya sea fijado en el ojal como en el montaje anterior, o como vamos a explicar en el que ponemos a continuación.
Montaje con plomo o potera y derivaciones
Este montaje es parecido al que mostramos al principio, pero en vez de pasar la línea por el ojal de los “pajaritos”, lo que haremos será fijarlos con una derivación. Lo podemos hacer mediante un emerillón triple, mediante nudo directamente, o mediante una perlita de las usadas en surfcasting.
Una de las claves es que la derivación sea pequeña. Cuanto más pequeña menos necesidad de tirones o movimientos para que trabaje. El emerillón, cuanto más pequeño mejor, para evitar que se líe la derivación con el mismo. Sin salientes ni rebarbas.
Si lo hacemos mediante un nudo, nos evitaremos algunos líos, aunque es más sencillo que se torsione. Eso sí, el montaje se ve más fino, más natural.
Con las perlitas podemos hacer un montaje similar al primero, poniendo como topes de movimiento de la perlita por la línea unos giratorios. Le da total libertad de trabajo al señuelo y hay pocos líos.
Como el anterior, con el señuelo después del plomo, es un montaje muy efectivo.
Básicamente estos son los montajes que se utilizarán en la pesca del calamar. Hay más, tantos como variaciones queramos. Con diferentes señuelos, poteras… aunque podemos asegurar que con los descritos, en un punto con calamares, los pescaremos.
Para tratar el tema de las poteras y pajaritos de una forma más extensa, en cuanto a tamaños y colores, tenemos este otro artículo:
señuelos para el calamar: poteras y peces o “pajaritos”
Aquí podemo ver un pequeño video subacuático de cómo se comportan en el agua. En la primera parte vemos el aparejo montado con la línea por el ojal. En la segunda es el plomo con el pajarito después, y otro con una derivación con emerillón. En el segundo los señuelos gozan de más libertad, en el primero están más fijos. Los dos son efectivos.