PESCA A LA CAÍDA.
Como su nombre indica consiste en dejarnos caer sobre el pescado. Tanto puede ser en poco como a mucho fondo. Por ejemplo cuando desde superficie vemos alguna pieza, y hacemos la picada. Nos dejamos caer lentamente y disparamos.
Es muy habitual esta pesca a profundidad. En picadas largas con aguas claras, que vamos viendo el fondo y posibles piezas desde lejos, y nos orientamos en la caída, sin apenas movernos y dejándonos ir para llegar hacia ellas y disparar. Los grandes pintos son algunas de las piezas más habituales en esta pesca. Aunque cuando hay sargos, robalos, corvinas u otras piezas puede ser muy efectiva. En marcas profundas, de bolos o zonas de rotos desde media caída ya vemos a veces piezas para dispararles así.
En este video podemos ver como tras un acecho, realizamos una pequeña caída, disparando a las piezas que vemos bajo nosotros. No siempre es necesario hacer un picada larga para pescar así.
Esta técnica es una de las primeras que se usarán cuando se empieza. Instintiva, a pez visto y relativamente sencilla. Lo más importante es el sigilo, no hacer ruido en la picada, y descender sin movimientos bruscos. En ocasiones veremos cómo si lo hacemos bien, las piezas incluso pueden venir hacia nosotros.
En verano, sobre todo con alga, se capturan grandes robalos y sargos así. Nadando despacio y buscándolos entre canales.
Cuando la pesca es a fondo se pueden utilizar fusiles largos para facilitar ésta pesca. Al no necesitar una gran movilidad serán útiles para tiros algo más lejanos. En esta situación un carrete puede ser útil, sobre todo con piezas grandes, o si se nos enrocan en el momento del disparo. Podremos soltar hilo, subir tranquilos y recuperar desde superficie o por lo menos no perder el fusil.