Pesca Submarina del Sargo

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El sargo es una de las piezas más habituales en Galicia, y también de las más buscadas. Junto la abundancia de esta especie, la variedad de técnicas de pesca y fondos en los que lo encontraremos hace que se encuentre al alcance de cualquier pescador, y en toda situación.

Aunque primero de todo debemos ver que hay diferentes especies de sargo, con unas costumbres a su vez diferenciadas. Vamos a verlos:

DIPLODUS SARGUS: al que normalmente le llamamos sargos. Con las características bandas verticales, a veces totalmente grisáceo, incluso casi negro. Dientes grandes. Lo encontramos a la espuma, enrocado, a más fondo, junto con las lubinas… Es quizá el de mayor calidad gastronómica.

DIPLODUS VULGARIS: también conocido por chopa o chaparella, escamuda… Se distingue por sus bandas verticales, aleta en tono amarillo. Boca más pequeña. Normalmente lo veremos a algo más de fondo, en grupos pequeños. La espera suele ser lo más efectivo. Su calidad es peor, carne más blanda y con peor sabor.

DIPLODUS CERVINUS: o sargo breado. Muy sencillo de distinguir por su color amarronado, oscuro y sus bandas verticales. La boca es más pequeña, con dientes diferentes, más planos. Alcanza tamaños mucho mayores. Normalmente lo encontramos en zonas más profundas y en pequeños grupos.

OTRAS ESPECIES: en Galicia también podremos encontrar, aunque más raramente, el sargo picudo, que alcanza grandes tamaños. Y en el mediterráneo el annularis o raspallón. No vamos a hacer mucha referencia a ellas porque a nivel de pesca no es necesario, más por curiosidad que otra cosa.

Diplodus annularis

TÉCNICAS DE PESCA

Pesca a la espuma

Como hemos dicho, la pieza de más calidad dentro de los sargos es el sargo común (Diplodus sargus) así que nos centraremos en él.

El sargo es sin duda el rey de la pesca a la espuma. La especie más característica y sencilla para buscarla de esta forma. Así, en cualquier época del año podremos capturarla. Generalmente buscará costas expuestas, con algo de mar. La roca con mejillón, percebe… comiendo los mismos o los gusanos y crustáceos que hay entre ellos. Es habitual verlos en esa parte de la roca que queda cubierta con la ola y en seco al bajar. Ellos se moverán ahí, buscando la comida. En 0m de fondo.

Una vez un pescador me dijo que si no veía sargo es que no me acercaba lo suficiente a la roca. Y muchas veces se cumple. Aunque debemos andar con mucho cuidado, pues dependiendo del mar, la orografía de la costa… puede ser peligroso. Es importante saber nuestro nivel y nuestros límites en este tipo de pesca. Mucha precaución.

Tanto con muy poco oleaje (lo que complica acercarse a ellos) como con grandes mares, estarán ahí. Debemos prestar especial atención a las puntas, a los canales que se forman en las rocas por donde sube y baja la ola… Es una pesca relativamente sencilla cuando se controla.

Y además, todo el año la podremos practicar. Aunque hay épocas en las que abundan más, y más grandes. Como veremos más adelante.

Pesca al agujero

El sargo también es típico pescarlo al agujero. En grietas, bolos… los podemos encontrar en grandes cantidades. Esta pesca a veces es muy sencilla, pues con cada tiro los sargos se juntan más (aunque por supuesto otras veces al primer tiro desaparecen) Sobre todo en las épocas de freza, o cuando hay algún peligro (por ejemplo delfines)

En ocasiones nos encontraremos que podemos enrocarlos simplemente con nuestra presencia, o haciendo ruido. Aunque cada día es menos habitual. Van aprendiendo.

En la época de freza del robalo será habitual verlos en el medio y enrocados con ellos.

Pesca a la espera

El sargo se presta muy bien a la pesca a la espera. A veces encontramos grandes bancos de sargo en aguas libres, o cerca de la costa. Las esperas son una buena solución. Primero suelen entrar los pequeños, y deberemos seguir hasta que los grandes se decidan a acercarse.

O en la pesca a la espuma, cuando no nos permita entrar en ciertas zonas, podemos hacer esperas algo más abajo y el banco de peces se acercará, dando alguna opción.

Pesca entre el alga

La técnica más sencilla en verano. Los sargos, sobre todo con marea baja, se meten entre el alga a descansar. Si nos movemos despacio, entre los canales y debajo de las algas, podremos capturarlos. Es imprescindible ser sigilosos.

También los canales oscuros y las caídas de las rocas y bajos. Incluso a muy poca agua. Los podremos ver en las sombras, descansando. Como hemos dicho, es clave una pesca lenta y sin hacer ruido.

SEGÚN LA ÉPOCA DEL AÑO

Aunque los sargos los encontraremos todo el año, hay momentos en que son más abundantes. Y más sencillos de pescar. Vamos a verlo:

Invierno

En invierno, con las aguas frías, la pesca del sargo (junto con la de la lubina) es muy recomendable. A la espuma principalmente. Nos permite andar a muy poca agua, rápido, compensando la baja temperatura. Además será habitual el mar fuerte, con oleaje, que facilitará la pesca a la espuma.

La pesca al agujero se hace más sencilla debido a la ausencia de algas. Veremos mejor los agujeros, y en muchas ocasiones a los sargos refugiándose en ellos. Será el momento de aprender nuevos sitios y marcarlos bien para el verano (que nos darán gratas sorpresas cuando están cubiertos de alga)

Encontraremos también bancos de sargo en aguas libres, sobre todo cerca de cabezos y bajos. Muchas veces con lubinas detrás de ellos. Así que una de las primeras acciones cuando lleguemos a estos puntos será hacer una espera y ver si están por allí.

Primavera

Con la primavera el alga empieza a crecer. Por supuesto la pesca a la espuma sigue siendo buena. Al agujero mejora, al encontrar ellos más refugio. A medida que va avanzando esta estación, con aguas más calientes y el alga creciendo, estos peces buscarán el refugio de la laminaria y los agujeros.

Verano

En esto momentos las algas ya son grandes. Muchos agujeros son casi imposibles de localizar. Es el momento de la pesca entre el alga. Los canales que se forman y nos permiten rebuscar en medio son muy buenos. Los bajos y cabezos, que forman “paraguas) de algas, con sombras en las que ellos se refugian.

Con la marea baja, sobre todo. Y cerca de la orilla, o en la orilla mismo, cuando hay canales, caídas o cortadas con sombras, ahí los veremos.

Con la pleamar, en la espuma nuevamente. Los días de verano con agua calienta y sucia en superficie se podrán hacer grandes pescas de sargo. Muy sencillo además. La turbidez de las aguas permitirá acercarse sin que nos detecten. A contraluz tendremos buenos tiros. Incluso cuando parece que no se ve nada, con esos manchones de aguas “rojas”, si picamos desde un poco lejos, bajamos y subimos pegados a la roca, los encontraremos en medio metro de agua comiendo.

Otoño

Otro momento clave. El alga empieza a romper, a “descañotar” como se suele decir. Los sargos, que antes estaban a buen cubierto entre ellas siguen confiados. Lo que nos permite verlos y pescarlos más fácilmente. Septiembre y octubre serás lo mejores meses para esta pesca.

Y por supuesto la espuma con la pleamar. Un vídeo de ejemplo de pesca del sargo entre el alga “descañotada”:

SEGÚN LA MAREA

La norma es sencilla: pleamar, buscar los sargos en la espuma. Bajamar, buscarlos enrocados o entre el alga. Por supuesto que no siempre se cumple, pero es lo más habitual.

Como vemos, la pesca del sargo no es complicada. A la espuma, al agujero, entre el alga, a la espera… sea cual sea nuestra modalidad de pesca favorita los podremos capturar. Además, es una gran pieza a nivel gastronómico.

Mucha precaución con la pesca a la espuma, debemos saber hasta dónde podemos entrar., ahí entra el sentido común de cada pescador.

La pesca de este pez a la espuma quizá sea la que más se vea afectada por otros pescasubs. Si pasó uno antes seguramente no veamos ninguno. Aunque podremos intentar buscarlos más abiertos, haciendo esperas o en agujeros.

Y las grietas en plena espuma, puntos muy buenos para pescarlos.

Algunos vídeos pescando sargos:

Sargo a la espuma:

Sargos entre la laminaria, doblete.

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