ESTRENO EN LA PESCA SUBMARINA

ESTRENO EN LA PESCA SUBMARINA (en Irlanda, está permitida la captura de marisco)

Tenemos una nueva aficionada más a este deporte. Quizá más que por la pesca en si, por descubrir y disfrutar del mar y lo que nos ofrece, de las sensaciones, colores y, cómo no, manjares que podemos obtener de él.

Así, tras mucho insistir, se decidió a dar el salto. Por desgracia, la época ya no es la mejor: otoño. Entrando el invierno, con el agua fría ya aquí. Por suerte coincidió un día muy bueno. Sol, buena temperatura exterior, que para poner el traje, y más si es la primera vez, se agradece. Todos sabemos lo horrible que puede ser con viento, lluvia y frío.

paisaje

Así, tras comprobar que metimos todo en el coche, nos dirigimos al punto. Elegimos para esta primera vez una zona de muy poco fondo. Máximo 5-7m, arenales con rocas por el medio, abrigado del oleaje y normalmente con buena visibilidad. En cuanto a peces únicamente pequeños lábridos, algún alevín de abadejo y con suerte peces planos. Pero de lo que estaba seguro es que saldría algo mucho más apetecible, marisco.

de-espaldas

Llegados al punto empezamos a quitar el material. Primero, poner el traje. Pantalón, sin problemas. Escarpines, con cuidado de no llevar arenas en los pies. Y llegamos a la chaqueta. Nueva, sin estar aún adaptada, cuesta un poco de poner. Guantes… Lo peor ya pasó. Imprescindible el material adecuado y en buenas condiciones, si no el frío nos machacaría en poco tiempo.

guantes

Ahora hacia el agua, con los plomos. Nos metemos hasta las rodillas, ponemos las gafas y sentados en una roca las aletas. Va bien. Por el momento va bien.

El miedo que tenemos es con las palas. Porque son tan ocurrentes estos de las marcas que hacen calzos de tamaño pequeño, en este caso para un 38, peor no se les ocurre que, normalmente, un pie así va en una persona con el resto del cuerpo compensado. Más para una mujer. Pero las palas, son de una dureza que me irían perfectamente para mí, con 90kg.

aletas

Y el miedo se confirma. Durísimas. Casi no las da movido en el agua. Entre la falta de práctica y una gran dureza de pala y calzo, no van. Pero bueno, para hoy no habrá problemas.

Empezamos a desplazarnos, primero cerca de la orilla. Empiezan a verse cangrejos, algunos lábridos… y la primera nécora. En el fondo, plantada toda chula, amenazándonos con las pinzas en alto. Se la enseño, pero no la ve. Cuando aún no se está acostumbrado se camuflan bastante bien. Pico y para arriba. Ya tenemos la primera.

necora-fondo

Hay algo de corriente, así que aprovechamos a abrirnos un poco, para que nos pille más, y dejarnos ir con ella. Así vamos viendo bajos, pequeñas grietas… más nécoras que van yendo a parar al saco (buena cena)

Aparece otra complicación, que es el equilibrio. Los plomos tiran un poco para los lados y hay que equilibrarse. Nada que no se controle rápidamente.

La pena es la ausencia de peces. Ningún plano y del resto tampoco. La corriente empieza a hacerse más fuerte y las aletas no son como para ponerse a luchar contra ella, aparte de ser el primer día. Con lo cual nos acercamos a la orilla donde ya prácticamente desaparece y volvemos por esta zona.

Se levantó algo de mar de fondo con el cambio de marea, y las algas se mueven un poco. Lo justo para empezar a molestar con la sensación típica de mareo que produce cuando aún no estamos habituados. No se sabe bien si es el fondo lo que se mueve y las algas están quietas o al revés. Entre tanto, pillamos alguna nécora más. Están en la entrada de las grietas, agresivas. Machos muy grandes, como veremos en las fotos, cuidando el territorio.

necoras

Para evitar más malestar, salimos y volvemos caminando unos metros. Para ser el primer día ha estado bien. Y más teniendo en cuenta que el estreno se tiene que hacer en unas aguas frías, con material adaptado y más incómodo por el espesor.

Además, las penas son menos pensando en lo buenas que van a estar estas “necoritas” Tres piezas sumaron casi 1kg. Casi 300gr cada una!

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