RECETA DE GULAS CON VIEIRAS
Hoy traemos una receta de lo más sencillo y que es también de nuestras preferidas: las gulas con vieiras.
Si ya las gulas solas al ajillo están muy buenas, añadiéndoles vieiras mejoran aún más. Y lo mejor de todo, son sencillísimas de hacer.
Para ello necesitaremos:
- Gulas
- Vieiras
- Ajo
- Cayena o pimientos picantes (la preferimos entera pero aquí solo la tienen picada)
- Aceite de oliva
Las gulas por supuesto influye su calidad, las hay de muchos tipos. En este caso usamos de las congeladas, que son las que nos podemos traer en el avión (aquí en Irlanda no las hay o por lo menos no las encontramos) Aunque a nosotros nos gustan todas, hay algunas (de más baja calidad) que tienen un cierto regusto a pescado que no le queda bien.
Las vieiras. Mejor frescas, pero no es fácil conseguirlas. Aquí sí, pues es legal capturarlas. Si son frescas las limpiaremos bien, quitando todo excepto la carne y la “parte anaranjada” aunque esta última deberemos limpiarla bien y no dejar nada de esa especie de barrillo negro. Debemos tener en cuenta que la vieira puede contener toxinas y están en todas esas partes que hemos quitado. No en la carne. De ahí que sea importante limpiarlas bien. Las compradas ya vienen listas.
Pelaremos los ajos y los cortaremos en láminas. Nosotros las preferimos finas. La cantidad de ajo depende del gusto de cada uno. Nosotros le ponemos bastante.
Ponemos una sartén al fuego con aceite de oliva. La cantidad de aceite también depende. Hay gente que le gusta con mucho, otros con menos… Con muy poco, el justo para dorar el ajo, ya llegaría.
Una vez caliente echamos los ajos a dorar. Y también la cayena o pimiento picante. Con cuidado de no pasarnos (a menos que os guste mucho el picante)
Dejamos que se doren y cuando ya empiezan a estar, justo un poco antes, ponemos las vieiras, que hemos cortado en dados. Aquí entra también el gusto personal de cada uno. A alguna gente le gustan muy picadas, en trozos pequeños. A nosotros nos gustan grandes.
Cocinamos las vieiras con el ajo y picante. No se hacen demasiado, si no se secan y quedan más duras. Vemos que sueltan agua y el ajo ya deja de hacerse. Las dejamos para que estén a nuestro gusto.
Una vez hechas, ponemos las gulas. Un par de vueltas, apenas se cocinan. Y ya están listas.
Como vemos, un plato muy sencillo y rápido. Y ojo, que llena mucho (y repite, sobre todo si le ponemos mucho ajo)
