Cómo afectan las diferentes condiciones a la pesca submarina. Dónde pescar con pleamar, con bajar, en verano o invierno. Con el agua fría o caliente…
Muchas veces nos preguntamos qué tipo de pesca es mejor en cada momento. Por supuesto, es una respuesta muy complicada, ya que hay muchos condicionantes para poder responderlo. Vamos a intentar ver algunas de las más importantes y así poder reducir posibilidades, teniendo en cuenta que no hay ninguna norma que funcione al 100%
Así, vamos a ver cómo pescar según: marea, hora, temperatura del agua y época de año
Otros factores, como el viento, son ya específicos de cada punto, aunque lo miraremos al final del artículo.
MAREA
Es una de las cosas que más se suelen tener en cuenta. La teoría nos dice que la pleamar es el momento en el que el pescado está más activo, comiendo. Y suele cumplirse. Pero esto afectará sobre todo a la pesca a la espuma y a poco fondo.
Así, veamos con pleamar y bajamar algunos consejos.
Pleamar: Consideramos pleamar las dos o tres horas previas y hasta un poco pasada la pleamar (casi una hora) La actividad del pescado aumenta, sobre todo a poco fondo. Es máxima en la hora previa a la pleamar. Será el mejor momento para la pesca a la espuma del sargo y lubina. Y para el pinto/maragota. Aunque influirá mucho también la temperatura del agua (caliente=más actividad, fría=menos)
Bajamar: La marea baja es peor para la pesca. Peces enrocados y poco movimiento. Además, suele coincidir que las piezas de buen tamaño escasean más. Cuando tenemos la marea bajando, baja o empezando a subir será mejor buscar al agujero o entre el alga. O esperas.
Aunque hay un pero. Los bajos. Cuando estamos en zonas de bajos, es posible que gracias a la bajamar éstos rompan (y con pleamar estén cubiertos), en esta situación puede darse el caso contrario y que la actividad aumente con la marea baja. En diversos puntos de Galicia sucede esto. Casi siempre zonas alejadas de costa, de bajos.
Una solución es pescar en zonas de más profundidad, aprovechando esos metros que ganamos por la marea y en busca de pintos grandes o lubinas.
HORA
Puede parecer que no, pero en nuestra experiencia tenemos comprobado que tiene un papel fundamental. El amanecer es un buen momento para la pesca, sobre todo porque lleva descansada la zona de toda la noche. Durante el día, tendremos en cuenta factores como la marea. Pero en muchas zonas es crucial la caída de la noche.
El anochecer es un momento en el que entra pescado a zonas donde antes no lo había. Espumas y bolos que un par de horas antes, o de amanecida, no tenían nada. Pero sin embargo al empezar a caer el Sol se activan.
En cantidad de ocasiones nos ha pasado, de no ver nada y hacer una buena pesca en la última hora. Es un dato a tener muy en cuenta. Especialmente con la lubina.
TEMPERATURA
Por supuesto, los peces prefieren el agua caliente. Debemos buscar las termoclinas y pescar en la capa de agua caliente. Habitualmente es la superior, pero a veces encontraremos que sucede al revés, y es más a fondo donde está más caliente. El pescado se concentrará en esas zonas.
Cuando en verano, con el nordes, se crea una termoclina marcada, evitaremos pasar de ella. Los mejores resultados los obtendremos en el agua caliente (a veces justo en ese punto de división) Sobre todo cuando hay agua muy caliente de las rías, turbia, es en estos puntos en los que debemos pescar. Así que a veces lo mejor será no pasar de esos tres o cuatro metros de agua caliente.
Si el agua está a la misma temperatura, todo por igual, miraremos otras cosas como marea, época o especies.
ÉPOCA
Influye muchísimo. Debemos conocer los ritmos de reproducción del pescado, fechas de salida de alga, temporales…
Por ejemplo, la época por excelencia de la lubina es en febrero/marzo/abril y primeros de mayo. Vienen a reproducirse. Podremos encontrarlas enrocadas, apareándose, siguiendo a las hembras en aguas libres, o alimentándose para recuperar fuerzas justo después de la freza.
Una vez sale el alga, es el lugar ideal para la pesca de ciertas especies, como sargos y robalos. En verano, con pleamar los buscaremos a la espuma y con la baja entre el alga, donde los podemos encontrar descansando o haciendo la digestión. Canales y bosques de laminaria serán perfectos para esto.
El momento justo antes de la salida del alga, para el pinto. Zonas de arena y rocas podremos encontrar a estas piezas, que en unas semanas, con el alga alta, serán muy complicados para pescar.
Finales de verano, con el alga “descañotada” y los sargos y lubinas por en medio. Tranquilos porque aún hay algo de protección, pero con suficiente espacio para facilitarnos la pesca a nosotros. Finales de septiembre y sobre todo octubre. Además es habitualmente la época con el agua más caliente.
Invierno, con aguas frías, es recomendable la pesca a poca agua, rápida. Espumas y zonas de agujeros a poco fondo. Sobre todo por aguantar, ya que nos congelaremos pescando a más fondo. Si no, esperas a media agua o a fondo pueden dar buenos resultados con los robalos y enrocadas de sargo.
Son unas consideraciones generales que nos pueden ayudar, sobre todo al principio. Después debemos adaptarnos y saber interpretarlas. Además de conocer la zona e intuir donde tendremos agua más caliente, más movimiento de pescado… son muchos factores que solo la experiencia y llevar un buen diario de pesca, nos permitirán conocer.
El viento. En cada zona es diferente. Pero generalizando podemos ver que el nordeste o norte, en Galicia, provoca un fenómeno llamado afloramiento. Consiste en eliminar las capas superficiales de agua, alejándolas de la costa, y sustituyéndolas por agua de mucho fondo, fría y habitualmente sucia. Suele ser un viento malo para pescar, sobre todo si lleva ya unos cuantos días soplando.
Sin embargo los sures son al contrario. Suelen calentar más el agua y aumentar el movimiento de vida. Siempre debemos dirigirnos a las zonas con mayor temperatura, puede ser la clave de pescar o irnos de capote.
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