PESCA DE LA LUBINA
La pesca de la lubina se puede realizar de formas muy diversas. Desde al agujero, a la espuma, entre el alga, a la espera… Vamos a intentar verlo específicamente en cada una de ellas, así como los lugares más apropiados.
Antes de nada, una descripción de este pez. Es un depredador, puede alcanzar grandes tallas, superando los 15kg. La talla mínima legal son 36cm, aunque en pescasub deberíamos aumentarla más nosotros mismos. Su crecimiento es lento, para que nos hagamos una idea, un robalo de 6 o 7kg supera los 15 años de vida.
La lubina no es exigente con la calidad de las aguas, la podremos encontrar en puertos, colectores… aunque se le asocia habitualmente a aguas limpias y batidas, a la espuma. Sabiendo esto, podremos capturarla en espigones, espuma, rías o mar abierto. Hay una anécdota de un compañero que al capturar una en un espigón, le vomitó una rata.
Como vemos, casi todos los puntos pueden ser buenos para su pesca. Realmente, dependerá más de la época del año y condiciones que de las zonas.
Un buen amigo, cuando empezaba a pescar, me enseñaba sobre la Guía aérea de Galicia, zonas a las que ir a pescar. Me indicaba puntos: “aquí hay lubina, y aquí y aquí”… lo mirábamos sorprendidos, pensando para nosotros “anda que no hemos pasado veces por ahí y ni una hemos visto”. Este buen amigo es Fernando Galmán, de la tienda Solo Sub. Con el tiempo, aprendiendo a pescar, comprobé que sí, tenía razón. En esos puntos que indicaba y que en principio tomábamos a broma, había lubinas. Lo que no sabíamos era cómo pescarlas.
El motivo de no verlas es el ir en épocas que no son adecuadas, con las condiciones equivocadas… y eso nos lo da la experiencia. Aunque en este texto vamos a intentar explicar algunas claves que nos ayuden.
Empezaremos por la época del año.
ÉPOCA DEL AÑO
Es uno de los factores que más influye en la pesca y a dónde nos debemos dirigir. En verano el agua calienta, y en Galicia, por zonas, se cubre de alga. Al contrario, en invierno está limpia y sin apenas refugios. Es lógico pensar que no las vamos a encontrar en los mismos lugares.
De ahí que muchas veces se le escuche decir a un pescador, este es un agujero de verano, este de invierno… y realmente se cumple. Veámoslo por épocas:
Invierno: vamos a empezar por la época por excelencia de la lubina. El invierno. Debemos saber que la lubina en estas fechas viene a frezar. Empieza a entrar ya en diciembre. Siendo los mejores meses, cuando más abundante es, en enero, febrero, marzo y abril. La freza se produce aproximadamente en estos meses (los primeros sobre todo) Las hembras estarán ovadas y los machos pendientes de ellas. Es el momento de la pesca al agujero.
Las hembras buscan zonas de bolos (o agujeros concretos) en las que se resguardan, con los machos alrededor dando vueltas, buscando una oportunidad para frezar. Es el momento más sencillo para su captura. Grandes robalos, agujeros repletos y tiro sencillos. Como siempre ocurre en la naturaleza, cuando están a “eso” la cosa se hace más sencilla.
En muchas ocasiones distinguimos estos puntos porque ya desde la superficie hay lubinas dando vueltas. Cuanto más a la superficie, lubinas más pequeñas, y las grandes abajo. Las hembras y los grandes machos. Ni que decir tiene que en estos casos debemos evitar disparar a las hembras. Siempre a los machos. Ya no solamente por una cuestión ética, si no por puro egoísmo. Si matamos los machos y dejamos tranquilas a las hembras. Al día siguiente volverá a estar todo igual, y podremos volver a pescar. Y al siguiente, y al siguiente… Hasta que la freza termine. ¡Y puede pasar más de un mes así! Por lo tanto, escojamos bien las piezas, no acabemos con el agujero, y tendremos diversión por muchos días (y repetirá en los siguientes años) Pero si bajamos, le disparamos a la más gorda, tendremos una hembra panzuda, llena de huevos, y el resto embalados, que no volverán a este punto. Pegamos un tiro y se acabó todo (aparte de haber evitado que una hembra deje sus huevos, machos vale cualquiera para fecundizar)
Encontrar estos agujeros buenos es cuestión de tiempo en el agua. Aunque en las zonas de pesca, vamos dejando “detalles” para encontrarlos. Basta con prestar atención y entenderlo (no lo íbamos a poner todo tan fácil)
En estas fechas la pesca a la espuma, aunque también da resultado, no es tan efectiva. Pues los peces “andan a lo que andan”, mientras estén enrocados, no tendremos tanto éxito en otras zonas.
Pero en el momento en que termina la freza, la actividad se dispara. Están débiles, con bastante tiempo sin comer, o comiendo poco, y hay que recuperar el tiempo perdido. Hacia finales de invierno y principios de primavera, la espuma es un hervidero. Van a reponer fuerzas. Preferiblemente con mares duros, mar de fondo fuerte y espumas que ponen a prueba la técnica y forma física de los pescasubs. Pero es relativamente sencillo hacer buenas capturas. Buscaremos los puntos más expuestos (o en los que nos podamos mover) y con esta técnica los resultados están casi asegurados.
La espera empieza a dar buenos resultados.
Primavera: Abril, mayo y junio. Meses perfectos para la espuma. Empieza a salir el alga también. Esta temporada la situaríamos entre finales de marzo y que el alga esté totalmente desarrollada. Primeros de junio. Coincide también con la entrada del anticiclón y los continuos nordestes.
Como hemos dicho, la lubina estará reponiendo fuerzas tras la freza y retomará su migración. Pues no está todo el tiempo aquí, si no que se va desplazando. La cantidad irá disminuyendo y sus capturas igual. Aunque por supuesto no se va toda.
Se podrán seguir pescando al agujero y demás técnicas de pesca, dependiendo de los sitios, aunque la más efectiva será arriba, en la orilla.
Una pesca diferente, que dejamos algo de lado, es en los cabezos, alejados de costa. O en bajos. Ahí es diferente, y le dedicaremos un apartado específico más adelante.
Verano: con el alga ya alta, entramos en una pesca diferente. Muchos pescadores es en estos momentos cuando capturas sus mejores ejemplares. La lubina descansará entre las laminarias, siendo sencillo capturar algún gran ejemplar sin hacer otra cosa que ir nadando en superficie y dispararle desde arriba. Aunque estaremos a merced de la suerte, de que se nos cruce una.
Por eso, lo mejor es la pesca entre el alga (tenemos un artículo específico para esta pesca) con todo lo que conlleva. Buscar buenas zonas, calmadas, en las que la lubina entre habitualmente. La experiencia nos ha llevado a ver que hay muchísimas, no solo una. Es cuestión de buscarlas y mirar bien.
En estas fechas otra técnica será especialmente efectiva: la espera. Con ella, en los puntos que se muevan las lubinas, podremos conseguir que nos entren, incluso grandes robalos. Los límites de alga y arena, puntos “tontos” que dan grandes resultados.
En verano se cumple además que en los abrigos, rías… se calienta el agua. Sobre todo en las rías. Es también la época en que más pez pequeño hay, concentrado. Peones, bolos… se mueven entre el alga en las rías, y detrás de ellos por supuesto las lubinas, que aprovechan para llenarse y después descansar sin apenas moverse. Así, estas zonas de agua más caliente, totalmente calmada, serán perfectas para las lubinas. Incluso en dos o tres metros de agua.
Lo mejor, hacer esperas, peinando el terreno. Y descubriendo de dónde nos pueden venir. Es una pesca lenta, metódica, pero que si la hacemos bien, dará muy buenos resultados. Y lo mejor es que si sabemos pescarlas, una vez encontremos el punto, prácticamente todo el verano seguirán por allí. Así que, olvidémonos de ir muy lejos, mar adentro. En verano los sitios “tontos” suelen ser los mejores.
Si tenemos buenos agujeros, en verano es posible que den resultado. Les encantan las cuevas y zonas de agujeros, tapados con el alga. Esto ya es conocer bien las zonas y tener marcas concretas. Se complica en muchas ocasiones localizar esos puntos, por eso es clave saber marcarlos y orientarnos (artículo de cómo hacer marcas y enfilaciones)
Otoño: Otra vez entramos en el cambio de temporada. El alga empieza a romper y los peces se preparan para el invierno y una nueva época de freza. Además, hay algunas lubinas que están ovadas en estas fechas. Es un gran momento para la pesca al agujero otra vez. Y entre el alga que ya está bastante rota.
Coincide con las aguas más calientes del año, y no es raro ver buenas entradas de robalo por estas fechas.
Especialmente en bajos y zonas alejadas de costa. Serán los puntos más efectivos.
Y a medida que nos vamos metiendo más al invierno, con los temporales empezando a entrar, ya cambiamos de estación otra vez.
OLEAJE Y MAR DE FONDO
Atendiendo al oleaje, deberemos buscar la lubina de diferente forma. Con el mar calmado, nos centraremos en pesca al agujero y espera. En las espumas (casi inexistentes en estas condiciones) aunque pueden estar, no podremos entrarles bien. Por eso en los puntos de espuma será más efectiva una espera/acecho, lenta. Buscando que nos entren. En los cabezos y bajos sobre todo.
Al agujero y entre el alga (verano), o esperas a algo más de agua, por donde pensemos que puede haberlas. Zonas de agua caliente, alga, agujeros… habrá que recurrir al conocimiento de la zona y experiencia.
Sin embargo, con mar algo fuerte, se hace más sencillo. Directamente a la espuma. Poco fondo y pesca rápida, entrando a los puntos que puedan estar. Pequeñas esperas serán muy efectivas en esta pesca también. Es posiblemente la forma más sencilla de pescarlas, aunque exige dominar un poco la técnica y forma física.
TEMPERATURA DEL AGUA
No es un pez que le afecte tanto como a otros el agua fría. En las peores condiciones, seguirá estando. El problema, que nos complica a nosotros su pesca por tener que aguantar así. Sobre todo cuando hay que buscarlas a cierta agua. Si hay oleaje no tendremos problemas, pesca rápida y a poco fondo. Pero cuando debemos buscarlas enrocadas a más agua, se complica el poder hacer una pesca al agujero o esperas, con temperaturas de 12 grados o inferiores.
Con agua caliente las encontraremos cazando (o haciendo la digestión) Pesca a la espuma si la hay, y si no esperas o entre el alga. Más que el gusto de la lubina por el agua caliente, lo que sucede es que va buscando sus presas, de pequeños peces, que siguen estas masas de agua.
VIDA DE OTROS PECES
Podemos encontrar un indicativo de la lubina en otros peces o animales. Como buen depredador, los sigue para alimentarse.
Hemos visto en las rías, a los alevines. Ahora vamos a ver otras especies, de mar abierto. Le gusta mucho el jurel y la caballa (xarda) En zonas alejadas de costa, mar abierto, bajos… cuando veamos bancos de estos peces es interesante hacer esperas, pues muy probablemente puedan entrar lubinas (están detrás de ellos cazando)
Los patexos, esos pequeños cangrejos que nadan, son un manjar para las lubinas. El problema, que cuando hay abundancia, están muy llenas. En estas condiciones será mejor buscarlas entre el alga o enrocadas. Las notaremos con las barrigas duras, llenas de estos animales. Así es muy complicadas encontrarlas comiendo o activas, pues está todo lleno de comida fácil. Y el problema es que si se les da por enrocarse a fondo… a ver quién se pone a buscarlas más allá de 20m rebuscando en agujeros
Múgeles: mucho ojo con estos peces, pues es más que común que las lubinas se muevan por el medio de ellos. Haremos esperas cuando los veamos, fijándonos en el medio del banco y laterales, pues muchas veces se moverán por ahí.
PESCA EN BAJOS Y CABEZOS
La lubina gusta de estos puntos. Ya sean bajos cerca de cosa, como alejados. Muy buenos los puntos que tienen caídas a mucha agua y suben de repente, sobre todo con corrientes. Haciendo esperas en ellos obtendremos buenas capturas.
MAREA
Dependiendo de la marea las buscaremos en unas u otras condiciones. Se cumple la norma general, de que con marea alta comiendo y con la baja enrocadas o descansando. Pero sobre todo en rías y bajos alejados puede ser al contrario. Depende de cada punto en concreto.
Hay muchas otras condiciones que afectan también, pero habría que analizarlas dependiendo de cada punto y eso sólo nos lo puede dar la experiencia. Por ello será imprescindible la labor de acumular horas de agua y entender un poco los comportamientos en esos puntos. Hora del día, por ejemplo, hay zonas que son de pesca a última hora. Otros han dado mejores resultados de mañana… Necesitaremos probar una y otra vez y llevar un control de las salidas.
TRUCOS
Deberemos tener especialmente claro esto con la lubina: ser selectivo y paciente. Los grandes ejemplares no suelen entrar de primeros. Y en los agujeros no hay que apresurarse, lo mejor suele estar por llegar. Si disparamos a lo primero que aparece estaremos perdiendo casi seguro la oportunidad de clavar una pieza mejor.
Cuando hay un banco, entran primero las pequeñas, luego otras más grandes y así sucesivamente. Las mejores, resabiadas, tardarán más. Corremos el riesgo de perder la oportunidad, pero ganamos posibilidades de una pieza de gran tamaño.
Aquí os dejamos un pequeño vídeo, viendo diferentes tipos de pesca de la lubina.
Y aquí el enlace a la zona de vídeos, donde podréis encontrar mucho más vídeos, completos.
Estos serían unos consejos básico para poder buscar a esta pieza, reina en el norte, y de las más buscadas.